Después de varios años en que la escritura fue para el autor un pasatiempo de aficionado, llegó la etapa de publicar sus historias reunidas en esta antología.
Encontrarán mucho de amor y de París en Durante, antes, después y Amor desbalanceado. Tendrán historias y música con personajes conocidos en Polaco y De Arpegios al Colón. No faltará el recorrido por su infancia y adolescencia en Nadie gana un partido antes de jugarlo y en Truco precoz, que transcurren en Haedo, su barrio de siempre.
Son piezas elegidas y revisadas en forma cuidadosa para conseguir un itinerario interesante entre ficción y realidad, pasado y presente.
Antes de iniciar la entrevista que leerán a continuación, quiero agradecerle de todo corazón a Néstor todos los elogios y agradecimientos que me dedicó en su libro, el que tuve la fortuna de acompañar desde el momento cero hasta su salida de imprenta.
Patricia Tarallo: Hagamos un poco de historia de los antecedentes de tu escritura. Concretamente, contanos de tus esbozos de escritura literaria en la escuela primaria y de aquella maestra que mencionás en tu prólogo.
Néstor Aro: El recuerdo más fresco que tengo de aquellos tiempos es cómo disfrutaba cuando nos daban como tarea hacer una redacción sobre algún tema. Lo que para muchos de mis compañeros era una tortura, para mí era todo placer. Me encantaba describir, sean paisajes, personas, ambientes. De allí que mi maestra Norma, de sexto grado, me hizo ese comentario, que siempre retumbó en mi cabeza, incluso hoy.
Por esas cosas de la vida, terminé estudiando el secundario en un colegio industrial (es una larga historia) y recuerdo que, en cuarto año, teníamos Literatura y era la materia que más me gustaba. Terrible contradicción para un futuro técnico. Para completar mi sentimiento, allí conocí la pluma de Borges en “El hombre de la esquina rosada” y fue un camino sin retorno, jajaja.
P. T.: Un par de veces me comentaste que hubo un momento que decidiste ponerte manos a la obra cursando talleres de escritura, eso me lleva a pensar que en vos había una inquietud de sistematizar y perfeccionar tus habilidades, ¿lo considerás así?; y agrego otra pregunta que deviene de la anterior: entre tus deseos, ¿estaba al final de tu capacitación publicar un libro?
N. A.: El quiebre se produjo en un momento clave, cuando cumplí 50 años. Allí sentí que tenía en calma casi todo lo que enumeré antes. Hijos casi independientes, situación laboral estable, con más tiempo libre y la madurez necesaria para encarar talleres literarios. Así lo hice.
En cuanto al libro, desde siempre estuvo el sueño, luego de los primeros talleres ese sueño lo veía un poco más cercano. El empujón final vino de la mano del taller “La Argamasa” y del trabajo junto a la persona ideal para lograr cumplir el sueño: Patricia Tarallo.
P. T.: Para definir tu escritura, ¿dirías que esta tiene algo de paseo ficcional por los devenires del ser humano y sus contextos?, o en palabras de Ricardo Piglia con respecto a Faulkner: tus historias ¿son ecos de recuerdos devenidos de la observancia?
N. A.: Mi escritura creo que puedo decir que se basa en tres pilares: primero, propias vivencias que relato de la forma más fidedigna posible; segundo, ficciones, algunas de ellas con finales abiertos, en las que lo descriptivo juega un rol importante y, por último, la mezcla de esas dos cuestiones: ficciones que no lo son tanto o vivencias personales con algo de ficción. Tarea del lector descubrir cada caso, jajaja.
P. T.: ¿Cómo trabajaste en tu imaginario los personajes ficticios y los otros, los reales?
N. A.: Los reales son producto de la buena memoria que me acompaña y de lo muy observador que suelo ser. En cuanto a los ficticios, no sé, me aparecen y los veo en mi cabeza tal como los describo. Tal vez, algunos de esos ficticios, son personajes reales que con otros nombres o características de carácter los introduzco en mis relatos. ¿Y si son todos reales con algo de ficción? Más tarea para los lectores.
P. T.: ¿Podrías contarnos cómo fue tu rutina para pensar tus cuentos y luego escribirlos?
N. A.: Algunos de los cuentos de esta antología, eran viejos escritos, de hace años, que muy pocos llegaron a leer y que después de estudiar en los talleres, decidí reescribirlos porque las historias eran interesantes, pero no tan bien escritas, algo que pude recién darme cuenta al perfeccionar mi escritura, estudio y prácticas mediante.
En cuanto a rutina, puedo decir que solo escribo en mi escritorio (el que está en la portada del libro), generalmente al atardecer y casi siempre escuchando música (mucho blues, pero no cantado). Cuando tengo la idea de un cuento bien clara, no dejo la escritura hasta que lo termino, luego vendrán las revisiones y/o correcciones, pero la historia ya quedó fija.
Último tip, siempre tener algo para utilizar como borrador (hoy sirven los celulares), para que en el momento que sea que surja una idea o un personaje o una situación, por mínima que parezca, apuntarla. De una idea menor, surge una historia.
P. T.: Sería oportuno que me cites dos o tres cuentos de tu antología y nos hables del detrás de la escena que conocemos vos y yo, pero no el lector.
N. A.: Sin querer spoilear ningún cuento, puedo decir que a Nadie gana un partido antes de jugarlo, hoy lo siento casi un homenaje a mi viejo, el que perdí cuando yo solo tenía 16 años. Ese cuento sí que relata los hechos, lugares y personajes ciento por ciento real.
Clemencia es el cuento que considero más pensado del libro, porque creo que es complicado escribir sobre personajes históricos, en momentos críticos de su vida y cuando la mayoría conoce el devenir de los acontecimientos.
Por último, Polaco me recuerda a la vieja, a Goyeneche, a mi juventud, a las emociones que a lo largo de la vida uno siente. Me gusta mucho esa historia.
P. T.: Para ir cerrando esta entrevista, dos preguntas más. La primera, ¿te diste un gusto emocional e intelectual con esta antología?, la segunda, ¿pensás que vendrán otras más?
N. A.: Lo que más me generó fue placer. Placer por lograr algo que me propuse desde la pasión. Además, si bien me genera pudor decirlo, ahora sí me siento escritor.
¿Si vendrán más? Vendrán más, sin dudas. Tengo muchas ideas dando vueltas, que necesito plasmar en relatos en cuanto termine está vorágine que me generó el primer libro.
P. T.: Por último, ¿hay algo que quieras agregar y yo no te haya preguntado?
N. A.: Solo quiero agradecer. Primero, a mi familia que siempre estuvo apoyando este sueño. Luego a vos, artífice fundamental para que el sueño se haya transformado en realidad y, por último, a cada uno de los que adquirieron ‒y siguen haciéndolo— esta antología, muchos de los cuales me han hecho elogiosos comentarios. Gracias, gracias, gracias.
Esperando con ansias el libro…no importe lo que demore….solo quiero que llegue…!!
Saludos Néstor!!
Desde Chile,ya hay una fiel lectora a la espera!!
Muy interesante.