Consigna LN 1 Ud. es un escritor consagrado; un amigo/a, o un discípulo/a, o un hijo/a le pide consejos acerca de cómo debe ser la escritura literaria.
Escriba un texto epistolar en el que explique sus convicciones e intuiciones. Recuerde que es Ud. quien previamente debe tener la representación mental y saberla trasmitir a su destinatario. Tome como ejemplo la carta de R. M. Rilke. (Máximo 1 pág.).
Queridos discípulos:
La escritura es necesaria o no es nada. Es decir, surge como un torrente irrefrenable que pugna por salir, por derramarse. O se pudre dentro. Pero ese derramamiento precisa un dique de contención, una acequia donde correr sin obstáculos. Ahí entra el orden y la planificación. Las reglas clásicas de introducción, nudo y desenlace son innegociables. Constituyen el marco de la historia que, lejos de encorsetarla, le dan un contorno donde puede fluir libremente.
Luego, deberán escoger los personajes que den vida al relato: principales y secundarios. Y la voz del narrador. La voz del narrador es fundamental. No es lo mismo la primera persona (intimista, subjetiva, parcial) que la tercera persona (alejada, objetiva, imparcial). De ustedes y de su historia dependen estas elecciones.
Asimismo, el ritmo es central para acaparar y mantener la atención del lector. Por eso, tendrán que buscar el tiempo verbal que más se adecúe a lo que quieran transmitir. El pasado ofrece un alejamiento del lector con el relato, una distancia reflexiva; el presente le permite al lector ir descubriendo junto al protagonista los avatares de la historia y lo envuelve en el devenir de lo que sucede momento a momento, casi en tiempo real.
Otro humilde consejo. Vale más mostrar que contar. No revelen todo, dejen que el lector vaya desvelando como si fuera un juego de muñecas rusas lo que va aconteciendo en su historia. Eso permite una interrelación con el lector que transforma o, mejor dicho, crea un vínculo entre uno y otro que puede durar toda la vida. Es permitirle al lector que coopere de alguna manera en la historia, que la transite con el autor. Y, por favor, no abusen de los diálogos. Sirven para que el lector descanse, asiente sus ideas.
Por último, no jueguen sucio con el lector. Las reglas del juego deben respetarse. La credibilidad es muy importante en una obra. Eso no significa que no puedan jugar con ellos, pero siempre dentro de esas reglas. Piensen en un espectáculo de magia donde las cosas no son lo que parecen. Ahí reside, entiendo, una de las claves de la relación entre autor y lector.
Para terminar un último consejo: disfruten la escritura. Eso es todo, queridos discípulos.
Consigna LN 2 Seleccione a su criterio párrafos en Madame Bovary (G. Flaubert) y Eugene Grandet (H. de Balzac) y transcríbalos. Según definiciones convencionales, ambos autores pertenecen a la escuela realista.
Justifique por qué los consideró realistas, una de las claves es la inferencia del narrador frente al hecho narrado.
Básese en el concepto de R. Barthes acerca de la falsedad de lo real en la escritura literaria. (Máx. ½ pág. por cada texto).
Madame Bovary:
“A Emma, por su parte, le hubiera gustado casarse a medianoche, a la luz de las antorchas, pero su padre no compartía este tipo de ideas. Se celebró, pues, una boda a la que asistieron cuarenta y tres invitados, que se pasaron dieciseis horas sentados a la mesa, para empezar de nuevo al día siguiente y un poco los días sucesivos”.
Hay una idea atravesada por la subjetividad de Flaubert. Hay una descripción de la boda que hubiera querido tener Emma y hay una copia de una realidad de algunas bodas de la época. Es decir, una inferencia.
Eugene Grandet:
“Un ama de casa no puede coomprar una perdiz sin que los vecinos pregunten al marido si estaba guisada en su punto. Una joven no puede asomarse a la ventana sin que la vean todos los grupos de desocupados. Así, las conciencias se muestran a la luz del día y, al igual que esas casas impenetrables, negras y silenciosas, pierden todo su misterio”.
Balzac muestra una realidad cotidiana de un pueblo de una provincia francesa de su época. Copia la realidad de un pueblo de provincias con inferencias cargadas de subjetividad sobre el modo en que se desarrollan las relaciones entre los vecinos.
Consigna LN 3 Transcriba los párrafos que eligió, luego redacte dos textos literarios imitando el estilo de uno y de otro. (Máx. ½ pág. cada texto).
“A Emma, por su parte, le hubiera gustado casarse a medianoche, a la luz de las antorchas, pero su padre no compartía este tipo de ideas. Se celebró, pues, una boda a la que asistieron cuarenta y tres invitados, que se pasaron dieciseis horas sentados a la mesa, para empezar de nuevo al día siguiente y un poco los días sucesivos”.
El padre de Emma había decidido que el casamiento de su hija con el médico del pueblo se haría según los usos y costumbres de la zona. Se haría una celebración austera, pero que se prolongaría por varios días. Llegarían los parientes y amigos de los pueblos vecinos ataviados con sus mejores ropas y joyas.
“Un ama de casa no puede comprar una perdiz sin que los vecinos pregunten al marido si estaba guisada en su punto. Una joven no puede asomarse a la ventana sin que la vean todos los grupos de desocupados. Así, las conciencias se muestran a la luz del día y, al igual que esas casas impenetrables, negras y silenciosas, pierden todo su misterio”.
La luz del otoño bañaba las calles empedradas del pueblo. Saumur era un típico pueblo de la zona de Angers. Podría decirse que todo se realizaba en la calle principal del pueblo. Allí se daban cita todos los vecinos para realizar sus actividades durante el día. Era muy raro encontrar un forastero caminando por esa calle. Pero si por casualidad lo hacía, inmediatamente era objeto del escrutinio de todos, ya que eran muy desconfiados con los extraños. Así como desconfiaban de los extraños, entre ellos parecía reinar una convivencia pacífica y serena, casi familiar.
Consigna LN 4 Tome los ejemplos más arriba citados (tiempo del relato y tiempo de la cosa contada), redacte dos textos (máx. cada uno de ellos: ½ pág.). Uno de los textos deberá ser el tiempo del relato y el otro, la cosa contada.
Tiempo del relato
Voy a relatar un hecho importante que hace a la seguridad del barrio. Lo cuento porque va a ser útil para evitar situaciones similares. Tiene que ver con ciertas medidas de prevención. Los ladrones están al acecho, especialmente de 19 a 23 horas los días viernes, sábados y domingos. Simulan estar conversando junto a una moto parada en la calle, lejos de los faroles del alumbrado público. Usan gorra para evitar ser reconocidos posteriormente. Y cuando ven un vehículo ingresar a una casa o a una persona sacar la llave para abrir un portón o una puerta, se abalanzan violentamente.
Tiempo de la cosa contada
El hecho policial ocurrió hace un mes. Thiago, un niño de cinco años, desapareció de la puerta de su casa. Había salido a jugar a la escondida con sus amigos de la cuadra en un barrio periférico de Avellaneda. En un momento dado, se escondió en un baldío de la zona y nunca más se lo encontró. Hay quienes dicen en el barrio que fue secuestrado por unos gitanos que viven muy cerca del baldío; otros, sindican a su padre, un violento ex convicto separado de la madre de Thiago, como quien se llevó al niño. Lo cierto es que hasta ahora no se tiene ningún dato del paradero del niño.
Consigna LN 5 Evoque algún recuerdo, utilice el recurso de analepsis, y redacte una narración base. (1/2 página).
Pasó hace mucho tiempo. No puedo precisar cuándo, pero tenía once o doce años. Recuerdo que tenía fiebre y mi madre para abreviarme el tedio me alcanzó un libro de cuentos de Rodolfo Walsh que devoré durante toda la convalecencia. Inmediatamente quedé sorprendido y prendado de ese autor de apellido raro que había llegado hasta mí de forma providencial.
Pensaba en eso cuando hoy volvía de mi trabajo. Soy abogado y defiendo gente que no puede pagar un abogado particular o que, por distintos motivos, no quiere hacerlo. Durante todo el viaje en subte desde la estación Tucumán hasta Juramento me faltaba el aire. Es más, hice un gran esfuerzo para no bajarme en alguna estación intermedia para salir a la calle a respirar. Tal era la sensación de ahogo y claustrofobia que me acometía.
Finalmente pude llegar hasta la estación de subte que está cerca de mi casa. Empecé a desandar el camino con una tristeza terrible que me impedía seguir. Me senté en las escalinatas de la iglesia “La Redonda” y lloré amargamente al recordar ese día de trabajo.
El día había sido muy fuerte, muy duro. Esa primera entrevista ‒cubierta por el deber profesional de sigilo‒ con mi nuevo defendido, el capitán Arrecha, me había impresionado profundamente. En ella me contaba con lujo de detalles cómo había torturado y asesinado a Rodolfo Walsh.
Consigna LN 6 Escriba un relato en que la narración base sea breve y la analepsis extensa. (1/2 página).
Hice lo mejor que pude. No tengo nada que reprocharme como abogado defensor. Expliqué en detalle cuáles eran los puntos débiles de la acusación. En base a eso fundé mi pedido de absolución por falta de pruebas. A pesar de eso, hoy condenaron al capitán Arrecha por el asesinato de Rodolfo Walsh.
Pero mi historia con la víctima o, mejor dicho, mi vínculo con Rodolfo Walsh se remonta muchos años atrás, más precisamente a una fría tarde de invierno, a mis 12 o 13 años. Tenía fiebre, creo estaba engripado y mientras estaba en cama, mi madre me alcanzó un libro de cuentos de Rodolfo Walsh para que matara el aburrimiento.
Empecé a leer los cuentos morosamente, sin mucha convicción. Poco a poco me fui introduciendo en el mundo que se abría en ese libro gastado de tapa dura. Me parece que ese día no comí nada para no interrumpir la lectura que cada vez me absorbía más. Mi madre se asomaba y al verme concentrado leyendo esbozaba una tenue sonrisa que demostraba satisfacción.
Al día siguiente había terminado de leer el libro y había dejado de tener fiebre. Como si una cosa tuviera relación con la otra. Me sentía bien, pero me negaba a devolverle el libro a mi madre. Cuando me vio con el libro en la mesa de luz, me contó que había conocido a Walsh, que lo había tratado y que uno de los personajes del libro que dormía en mi mesa de luz había sido inspirado por ella.
Consigna LN 7 Escriba un relato en que la narración base sea extensa y la prolepsis breve. (1/2 página).
Hoy me van a matar. Al amanecer seré ejecutado conforme las leyes de este extraño país. Al menos me permitieron hablar por teléfono con mi madre. Creo que tienen algo de bondad.
Todo empezó hace cuatro años. Un amigo me engañó. Perdón, ya es hora de decir la verdad. En realidad no me engañó, me dejé engañar. Necesitaba ganar dinero y la oferta era muy tentadora, demasiado. Debía venir a Tailandia y quedarme una semana en un hotel de las afueras. de Bangkok. Luego, debía volar hasta Berlín. El se encargaría de todo lo necesario para que pudiera hacer el viaje: pasajes aéreos, hoteles, equipaje, etc.. Me pagaba los gastos del viaje y dos mil dólares. A pesar de todo, acepté. Siempre me gustaron los riesgos.
Una vez llegado a Tailandia tres hombres me pasaron a buscar de parte de él y me llevaron a una casa de los suburbios de Bangkok. Mi hospedaje ya no era un hotel, sino un monoblock de mala muerte. Ahí me di cuenta cuál era mi misión y, sin embargo, no me eché atrás. No podía echarme atrás. Durante tres días me hicieron ingerir unas bolsitas que contenían droga con la ayuda de unos jarabes muy extraños. Al final me revisó un médico o enfermero. Dio el visto bueno y me llevaron al aeropuerto.
Cuando estaba esperando para embarcar hacia Berlín, se me acercaron unos policías y me llevaron directamente a un escáner corporal. Alguien me batió. Hasta el día de hoy no sé si fue mi amigo o alguien de la organización. Fui condenado a pena de muerte por transporte de drogas o contrabando de drogas, ya no sé. El traductor que me pusieron no sabía bien la diferencia entre un delito y otro. Pasaron los años, apelaciones, pedidos internacionales de clemencia y no sé cuántas cosas más. Todo fue inútil. Hoy seré ejecutado.
Consigna LN 8 Escriba un relato combinando analepsis y prolepsis. (1 página).
Juan corre desesperado en la madrugada madrileña. Huye por las oscuras calles de un Madrid gris y frío, típico de invierno. No quiere mirar atrás. Dos motos y un auto lo persiguen. Sabe quién lo persigue y porqué. También sabe qué sucederá con él si es atrapado. Por eso corre desesperado, intentando llegar a algún lugar seguro. Pero no se imagina qué lugar podría ser seguro para alguien como él.
Mientras corre al límite de sus fuerzas, lo asaltan flashes como relámpagos. Mejor dicho, son como escenas de una serie de Netflix, pero todas entrecortadas. Música electrónica, bailes hipnóticos, tragos de colores inverosímiles y entre luces y sombras, ella. Una vertiginosa relación. Da vuelta a la esquina y escucha las motos doblar también. Los flashes vuelven. Su relación con Natalia cada vez más profunda e intensa, noches de consumo de drogas sintéticas y su ingreso a una banda de narcos peruanos junto a Natalia para vender drogas en los boliches de moda de Madrid. Sigue huyendo. Vuelven los flashbacks. Luces, gritos y una redada policial que habría sido organizada por Natalia o como mierda se llame en realidad esa maldita policía de investigaciones. Esa noche se salvó de milagro escapando por los techos de la discoteca.
Ahora es perseguido por la organización que indirectamente ayudó a desmantelar, sospechado de policía o de chivato.
Consigna LN 9 Escriba un monólogo interior en el que el control del discurso esté a cargo del personaje principal. (Máx. ½ pág.).
La lluvia golpea el techo de chapa de mi celda. Una y otra vez repaso el hecho que me trajo hasta aquí. Una y otra vez. Lentamente. Es un placer que me permito. Uno de los pocos placeres que puedo darme en este lugar asqueroso. Vuelvo a situarme en el día de los hechos y los veo como si fuera un espectador. Ojo, no quiero que me perdonen. No lo necesito. Es más, creo que fue un acto de justicia. Podría decir que un acto de valor que, de alguna manera, reivindica a los hombres engañados por sus mujeres. No espero que me lo agradezcan tampoco. Lo hice solo por mí.
Me acuerdo que aguardé pacientemente a que se encontraran para consumar el adulterio una vez más. No quise entrar a mi casa para evitar quedarme con esa imagen, me habría hecho muy mal. Por eso, esperé a que salieran y cuando se estaban despidiendo los maté con un cuchillo de carnicero. Me dijeron que habían sido 20 puñaladas a cada uno, yo creo que fueron muchas menos, pero no importa. Lo que me reprocho es haberlos matado en la calle, en la vereda. Mientras esperaba en la calle, en un momento dado me bloqueé. No podía pensar en otra cosa que en el engaño. Temblaba y transpiraba mucho a pesar de que era una mañana muy fría. Y justo aparecieron sonrientes, como si nada, abrazados por la cintura. Y empecé a correr hacia ellos con el cuchillo en la mano. Tendría que haber entrado a mi casa y haberlos acuchillado ahí, pero ver mi cama mancillada era demasiado.
Consigna LN 10 Escriba un nuevo texto en el que el narrador reproduce enunciados ajenos. (Máx. ½ pág.).
Me dijo que lo iba a hacer, pero yo no le creí. Pensé que era otra de sus bravuconadas. Contaba que había descubierto la infidelidad de Claudia casi por azar, por casualidad. Que después la había visto encontrarse con su amante en el centro. Me dijo que los había seguido; que había esperado durante horas en la puerta del departamento de él hasta que ella saliera. No se animó a encararla ahí mismo, a desenmascararla en el lugar de los hechos. Al menos eso fue lo que me transmitió aquella noche; una noche de catarsis y de silencios incómodos que ahora entiendo. Finalmente, me dijo que la mataría en la vereda de su casa, no quería verlos en su cama matrimonial.
Copyright©Alejandro
2024, julio
Nota: las correcciones definitivas estuvieron a cargo del autor.